Por qué el precio del cobre podría dispararse y cambiarlo todo en Perú y Chile

19 octubre 2025

¿Puede el cobre revolucionar las economías de Perú y Chile? Los pronósticos se ponen al rojo vivo: el metal está en el centro de un inminente giro mundial.

Un mercado en tensión: la demanda acecha

El cobre, ese discreto protagonista que conecta nuestros aparatos y da vida a la transición energética, está a punto de convertirse en el alma de la fiesta… y en el dolor de cabeza de más de uno. Según proyecciones del holding suizo UBS, la oferta mundial de cobre pronto resultará insuficiente para cubrir la demanda. En otras palabras: cuando la ley de la selva se apodera del mercado, el precio del cobre simplemente sube. Si esto ocurre, Perú y Chile –los dos colosos de este metal rojo– podrían verse beneficiados de formas que harían palidecer a las películas de Hollywood.

Un repaso rápido: ¿qué ha pasado últimamente?

Durante los últimos tres años (2023-2025), la demanda de cobre ha crecido con más entusiasmo que la oferta minera. Sin embargo, y aquí viene la paradoja digna de un buen culebrón financiero, el mercado de cobre refinado no ha pasado hambre; al contrario, en 2024 y 2025 ha vivido en superávit. ¿El motivo? Una potente inyección de producción de cobre refinado, explica un informe de UBS.

Pero los analistas advierten: el verdadero desafío comienza en 2026. ¿Por qué? Porque, según las proyecciones, la demanda mundial de cobre refinado subirá cerca de un 3%, mientras que la oferta apenas alcanzará un tímido 1%. Este escenario llevaría al mercado derechito a un déficit, reduciendo los inventarios y apuntalando una subida de precios sostenida.

  • Demanda creciente: cerca de 3% estimado para 2026
  • Oferta estancada: menos del 1% de aumento el mismo año
  • Cosecha de déficits: menos cobre disponible, precios en alza

¿Por qué no hay más cobre? Entre fundiciones, accidentes y expectativas

Desgranar los porqués del estancamiento de la oferta es casi un deporte olímpico para las mineras. Según UBS, en los últimos dos a tres años, la producción de cobre refinado ha ido por delante de la minera, lo que ha obligado a ajustes en los mercados de concentrado y chatarra. Pero, advertencia de manual, la robusta producción de fundiciones ha camuflado la escasez en el mercado refinado –al menos por ahora.

China entra aquí como un bulldozer: a pesar de los precios negativos en el mercado spot por los cargos de tratamiento y refinación, la producción de fundiciones en el gigante asiático crece más del 10% este año. Fuera de China, los recortes son limitados y podrían mantener el crecimiento de la oferta global de cobre refinado en torno al 3-4% en 2025. Eso sí, las reducciones en Grasberg y otras minas son el elefante en la sala. Según UBS, esto agregará presión sobre la oferta refinada en 2026, donde proyectan ese tímido crecimiento de menos del 1%. Y, seamos sinceros, nadie tiene la bola de cristal: es difícil prever dónde y cuándo habrá recortes adicionales en fundiciones.

Las cifras hablan por sí solas:

  • Recortes en la mina Grasberg (Indonesia): unos 200 mil toneladas menos en 2025
  • Incidentes en Kamoa-Kakula (República Democrática del Congo): pérdida de aproximadamente 150 mil toneladas
  • Problemas en El Teniente (Chile) y los múltiples recortes en QB2 (Canadá): cerca de 70 mil toneladas menos

¿Resultado? UBS estima que el crecimiento de la oferta mundial de cobre será prácticamente nulo en 2025. Para 2026, tras recortes y ajustes, la expectativa de incremento cae de un esperanzador 2% a solo alrededor del 1%.

Mirando al futuro: ¿luz al final del túnel?

¿Hay esperanza después del 2026? UBS piensa que sí, aunque ponen paños fríos. Para 2027 y 2028, proyectan una recuperación del crecimiento de la oferta minera. ¿Cómo? Suponiendo que la producción en Grasberg vuelva a la normalidad, Cobre Panamá reanude operaciones y Collahuasi (Chile) suba la apuesta gracias a mejoras en manejo de agua y procesamiento. Aun así, el crecimiento estimado de 3% para 2027, tras dos años con incrementos muy bajos, sigue considerándose modesto y, atención, insuficiente para igualar el ritmo de la demanda global.

En resumen, el cobre está llamado a ser mucho más que “el metal rojo”: es el termómetro de la economía de Perú y Chile, y el posible protagonista de un auge que podría cambiarlo todo. Ahora, la gran pregunta para los productores (y para los curiosos del mercado) es: ¿estás listo para el salto?

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