La velocidad a la que debes caminar si quieres quemar grasa rápido

24 octubre 2025

¿Sabías que para quemar grasa rápido, a veces basta con poner un pie delante del otro? Así es: ¡caminar puede ser la mejor revolución contra esos kilitos de más! Olvídate de correr como si te persiguiera un león: hay una velocidad óptima que hará temblar la grasa y sonreír tu salud (y tu sentido del humor, por supuesto).

Caminar: el deporte suave que derrite la grasa

La marcha, esa actividad simple y accesible, es mucho más que un medio para llegar del punto A al punto B. Elegida por quienes quieren cuidar su salud o quienes tienen una condición física más frágil, es el deporte ideal para practicar regularmente sin miedo a lesiones o agotamiento. Además de aportar múltiples beneficios, brilla especialmente cuando se trata de perder peso.

¿Cómo lo consigue? Fácil: caminar ayuda a eliminar calorías y a fundir la grasa. Por ejemplo, una hora de marcha a 5 km/h permite quemar cerca de 240 calorías. Así, cada paso cuenta… literalmente, para tu silueta.

¿Por qué caminar ayuda tanto a quemar grasa?

La ciencia y los profesionales lo tienen claro. Según el Dr. Stéphane Cascua, «al caminar se quema el 45% de grasa, frente al 35% trotando y el 25% corriendo al límite del aliento». Si buscas optimizar la proporción de grasa eliminada, el ritmo de marcha es tu aliado.

Los efectos no terminan ahí. Estudios científicos verifican que caminar disminuye la grasa abdominal, ese enemigo tan tenaz. Una investigación publicada en 2014 en la revista Physical Activity and Nutrition demostró que caminar tres días por semana durante doce semanas es muy eficaz para reducir la grasa del vientre, especialmente en mujeres mayores. Así que, si buscas resultados en esa zona rebelde, aquí hay evidencia sólida para desempolvar tus zapatillas.

¿A qué velocidad debes caminar para quemar más rápido?

No se trata solo de caminar: la velocidad importa, y mucho. El coach certificado Steven Stonehouse confirma: «Debes acelerar tu ritmo de marcha para realmente ver resultados en la pérdida de peso, porque una velocidad mayor te ayuda a quemar la grasa corporal almacenada».

¿Y a qué ritmo hablamos de acelerar? Los números no mienten:

  • Caminar a 5 km/h: aprox. 240 calorías/hora
  • Caminar a 6 km/h: 300 calorías/hora
  • Caminar a 7 km/h: 360 calorías/hora

Cuanto mayor el ritmo, más calorías se evaporan. Recuerda, la clave está en incrementar la intensidad, ¡pero siempre escuchando a tu cuerpo! La grasa se quema con más ganas cuando aceleras tus pasos.

Trucos para acelerar la quema de grasa caminando

  • Intervalos o marcha fraccionada: Algunos entrenadores aconsejan alternar el ritmo. Ejemplo: camina a tu máxima velocidad durante 30 segundos, luego marcha más lentamente otros 30 segundos y repite. Así aumentarás tu frecuencia cardíaca y el gasto calórico.
  • Usa peso extra: Llevar una mochila lastrada, mancuernas pequeñas o pesas en tobillos y brazos intensifica el esfuerzo. Además, ayuda a tonificar el cuerpo, incluyendo el vientre (activar la zona abdominal durante la caminata marca la diferencia).
  • Aprovecha el terreno exterior: Caminar al aire libre, especialmente en superficies inclinadas o irregulares (colinas, arena, grava), supone más resistencia y presión. Esto, como si de un gimnasio natural se tratara, aumenta las calorías quemadas y activa tanto las piernas como el tronco.
  • Varía los suelos y superficies: A mayores cambios de inclinación y tipo de suelo, mayor el esfuerzo y más músculos trabajan. ¡Y también más divertido!

Como explica Tom Holland, autor de The Micro-Workout Plan, variar la velocidad de la marcha e introducir estos «sprints» cortos elevan la frecuencia cardíaca, aumentan el gasto calórico y favorecen la pérdida de peso con el tiempo.

Conclusión: Mucho más que pasear

Caminar es un arma poderosa para quemar grasa, sobre todo cuando se hace a la velocidad adecuada y con pequeños trucos de intensidad. Puedes optar por intervalos, añadir peso o buscar caminos desafiantes. ¿La mejor parte? Es apta para todos, cuida tu salud y hace que la grasa entre en pánico (pero tú no).

Así que, la próxima vez que alguien te diga que hay que correr para perder peso, ¡ponte tus zapatillas y demuéstrale que, a veces, solo hay que saber caminar rápido y con cabeza! Ve paso a paso… pero eso sí, ¡acelera un poco y deja que la grasa se derrita en cada zancada!

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