En un esfuerzo coordinado entre la Policía Nacional del Perú, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y el Ministerio Público, se llevó a cabo un operativo conjunto en el Establecimiento Penitenciario de Trujillo, conocido como El Milagro, los días 19 y 20 de septiembre. Este operativo participó los fiscales de prevención del delito de Trujillo, Luis Erick Rodríguez Musto como fiscal provincial y los fiscales adjuntos Esther Pierina Bravo Castillo y Magdiel Zurita Melendrez, quienes buscan fortalecer las acciones interinstitucionales contra la promoción y facilitación del consumo de drogas, así como la posesión indebida de teléfonos celulares en el penal.

La problemática del establecimiento ha sido motivo de preocupación, ya que se han reportado denuncias de extorsiones que se realizaban desde el interior de la prisión mediante el uso de teléfonos móviles. Además, se han detectado intentos de ingreso de sustancias prohibidas. Esta situación ha llevado a la necesidad urgente de realizar intervenciones que permitan verificar y controlar las actividades ilícitas dentro del penal, garantizando así la seguridad y el orden en la institución.

Durante el operativo, se procedió a la revisión de los pabellones 14 y 15, que albergan a 237 y 207 internos, respectivamente. Los efectivos del INPE y de la Policía Nacional, acompañados por los representantes del Ministerio Público, realizaron registros corporales y de los pabellones. Como resultado, se encontraron 174 elementos prohibidos, incluyendo cuchillos, 20 litros de chicha, relojes y otros objetos que han sido entregados a las autoridades penitenciarias para las acciones administrativas correspondientes. También se encontraron manuscritos con información relevante para investigaciones futuras.

Además, se incautaron 182 ketes de presunta pasta básica de cocaína, que fueron derivadas a la DEPINCRI NORTE, bajo la supervisión de la fiscal provincial penal de turno, Carmen Varas Valderrama. Este operativo es parte de un esfuerzo continuo y conjunto para evitar la comercialización de drogas y el uso indebido de teléfonos celulares dentro del penal, que son frecuentemente utilizados para realizar llamadas extorsivas, reafirmando así el compromiso de las autoridades por mantener la seguridad y el orden. en el sistema penitenciario.