La Asociación Regional de Cesantes y Jubilados de Educación de La Libertad (Arcyjell), que agrupa a más de 4.000 maestros jubilados y cesantes, celebra este miércoles 42 años de su fundación. Desde sus humildes comienzos, la asociación ha sido un pilar en la defensa de los derechos de sus miembros, brindando un espacio de apoyo y comunidad para quienes han dedicado su vida a la enseñanza.

Magda Renee Peláez, presidenta de la Arcyjell, destacó la importancia de la labor de la organización. “Nuestra asociación no solo es un lugar de encuentro para los maestros jubilados, sino que también es un segundo hogar donde nos apoyamos mutuamente en esta etapa delicada de nuestras vidas”, apuntó.

Durante estos 42 años, la asociación ha crecido significativamente, ofreciendo una variedad de servicios esenciales a sus miembros, tales como talleres de manualidades, servicios de psicología, orientación legal y apoyo en la gestión de expedientes relacionados con reclamos de derechos pensionarios. Además, se brinda un fondo mortuorio para asegurar que los asociados y sus familias no enfrenten dificultades en momentos difíciles.

Peláez Quipuzco se enfatizó que a pesar de las leyes que protegen a la tercera edad, las autoridades han mostrado una lamentable indiferencia hacia los derechos de los maestros jubilados.

“Llevamos cinco años esperando que se cumplan resoluciones que nos permitan recibir lo que el Estado nos debe. Es indignante que después de 25 o 30 años de servicio, terminemos con un sueldo mínimo, como si no hubiéramos dedicado nuestra vida a formar a tantos profesionales”, lamentó.

La presidenta también hizo un llamado a las autoridades para que muestren mayor consideración hacia los maestros jubilados, especialmente en aspectos como el cobro de servicios básicos.

“Nuestra asociación es sin fines de lucro, pero nos cobran luz y agua como si fuéramos una entidad comercial. Pedimos un trato más justo y humano para nuestros asociados”, solicitó.